Preparándose para su paquete de alegría
Las clases prenatales no son solo para aprender sobre el parto.
Esperar un bebé es un capítulo muy emocionante en la vida. Cuando pienso en ese momento, recuerdo emociones mezcladas de nerviosismo y alegría. También recuerdo haber pensado en cuánto amaba a mi hijo. Estaba asombrada por lo que sentía por mi bebé y lo increíble que era eso, ya que no había visto a mi bebé cara a cara.
La semana pasada, Hailey, nuestra nueva bloguera, compartió su experiencia en la clase prenatal. Leer sobre su experiencia me hizo reflexionar sobre mis clases y por qué las tomé. Me alegro de haber participado en clases prenatales por muchas razones. Aprendí mucha información valiosa, conocí a otras personas que compartían el mismo capítulo de vida de futuros padres y, lo más importante, aprendí lo importante que es tener una mente abierta.
La principal razón por la que quería ir a clases prenatales era para aprender. Convertirse en padre fue una experiencia nueva y quería saber qué esperar. Siempre me ha gustado aprender, así que fue una elección fácil, pero algunas personas pueden experimentar ansiedad al ir a una nueva clase. Es importante recordar que las clases prenatales son para aprender qué esperar y cómo prepararse mejor para su bebé.
Asistir a clases prenatales fue una forma de comenzar a construir una comunidad. Cuando tuve a mi primer hijo, no tenía muchos amigos con niños. Las clases prenatales ayudaron en mi transición a la paternidad, especialmente cuando me conecté fuera de la clase con los padres de la clase. Me encantó la diversidad de los otros padres de la clase. Había parejas, madres solteras, madres de diferentes orígenes y edades. También había una abuela y muchos futuros padres.
Fue muy útil aprender las técnicas de mejores prácticas relacionadas con el trabajo de parto, el parto y el cuidado del recién nacido, incluida la preparación para ese gran día. En clase, repasamos cómo preparar nuestro bolso del hospital y luego el instructor nos dio tarea para preparar nuestro bolso del hospital. La tarea nos motivó a mi pareja y a mí y fue fácil con su guía. Además, recomendó empacar algunas cosas especiales como granos de café cubiertos de chocolate para mi pareja y calcetines calientes para mí.
Nuestro instructor nos presentó diferentes historias y escenarios que me ayudaron a ser más flexible y abierta a la experiencia de mi nacimiento. Podemos hacernos una idea de cómo será el parto y centrarnos en ese escenario perfecto, pero la vida no siempre sale como la planeamos. Tener una mente abierta sobre cómo puede ir su parto, además de su plan de parto previsto, es una parte importante del proceso. Nuestro instructor nos ayudó a guiarnos a través de esta pieza de preparación mental. Esta es la parte más importante de las clases prenatales porque no solo la prepara para el parto, sino que también la prepara para la paternidad.
Esperar un hijo es una experiencia única que es una de las experiencias más impactantes para nosotras, las mujeres. Tomar clases prenatales con su pareja es una parte importante de su embarazo.
Mis hijos me han motivado a hacer muchas cosas buenas. Aprender más sobre las clases prenatales es una excelente manera de comenzar a aprender más sobre qué esperar para ayudarla a prepararse mejor para su hijo.