Actividades para días lluviosos

Con la temporada de lluvias de otoño en pleno apogeo, pensé que sería divertido compartir algunas de nuestras cosas favoritas para hacer cuando el clima no nos permite jugar al aire libre. Como somos una familia que educa a sus hijos en casa, estamos en casa todo el tiempo, lo que puede resultar muy desafiante con un niño de cuatro años que a veces se cansa increíblemente de estar en la casa. También tenemos el desafío de que nuestra familia comparte un vehículo, y como mi esposo tiene que conducir mucho por su trabajo, hemos tenido que ser muy creativos con nuestras ideas para entretenernos sin ir a ningún lado. Sin embargo, cuando podemos, nunca rechazamos un viaje a la biblioteca y a la tienda de segunda mano para pasar el tiempo en una tarde lluviosa. Pero cuando estamos atrapados en casa, tenemos algunas actividades para ayudar a que estos días lluviosos y tristes sean un poco más divertidos.

Hornear algo

Una de mis actividades favoritas para hacer en un día lluvioso es hornear algo con Delilah. Ya sea algo hecho desde cero o con una simple mezcla preparada, hornear es una excelente manera de alegrar y calentar un día frío y lluvioso. Una cosa que me encanta de hornear es lo fácil que es convertirlo en una oportunidad de aprendizaje. Mientras horneamos, practicamos habilidades matemáticas tempranas, coordinación y preparación de alimentos. Hornear también es una excelente manera de trabajar nuestra paciencia. Hacemos todo el trabajo para preparar nuestros productos horneados, pero no tenemos nada que hacer durante los tiempos de reposo y horneado, excepto esperar. Sin embargo, toda esa espera vale la pena cuando nuestros dulces están listos para comer.

Película con palomitas de maíz

Encontrar una actividad para un día lluvioso puede ser realmente así de simple. Los días fríos y lluviosos son la oportunidad perfecta para acurrucarse en el sofá con una manta y ver una película. No fue intencional, pero no comemos palomitas muy a menudo, por lo que se siente como un verdadero placer, y a Delilah le encantan. Por lo general, le dejo elegir qué tipo de palomitas hacemos y preparo un tazón solo para ella para que se sienta un poco más especial. Luego elegimos una película juntas (yo hago sugerencias, pero ella tiene la última palabra), y es la manera perfecta de pasar la tarde y, a veces, la mejor manera de tomar una siesta durante el día.

Saca la pintura

Soy una gran fanática de las manualidades, pero a veces la idea de pintar resulta abrumadora. Preparar el lugar, lidiar con el agua y el desorden, y luego limpiar al final parece mucho a veces, pero cuando Delilah se pone inquieta en un día lluvioso, puede ser justo lo que necesitamos. Pintar es una actividad en la que Delilah puede demostrar una concentración increíble. Me ayuda a preparar sus materiales mientras me cuenta sus ideas sobre lo que quiere pintar. Su tema favorito últimamente han sido los personajes de Blue's Clues. Una vez que está preparada, pinta y pinta hasta que se queda sin pintura o papel. Cuando sus pinturas están secas, se apresura a colgarlas en el refrigerador.

Juegos de movimiento

Los días lluviosos son conocidos por hacer que los niños se pongan absolutamente inquietos. En esos días, cuando Delilah tiene un caso grave de nerviosismo, hacemos algunos juegos de movimiento diferentes para ayudar a que se le pase el nerviosismo. Uno de nuestros favoritos es uno que llamamos el "Juego de actuar como un animal". Puede que tenga un nombre oficial, pero así es como lo llamamos. Nos turnamos para nombrar y actuar como diferentes animales. El juego en realidad no tiene un final. Normalmente continuamos hasta que Delilah empieza a perder el interés y quiere pasar a otra cosa. Me encanta especialmente este juego porque es uno que puedo jugar en casa con Delilah, y también funciona muy bien en un entorno de cuidado infantil. Otro que me gusta hacer cuando trabajamos en el preescolar de Delilah y ella empieza a ponerse inquieta es el escondite con tarjetas didácticas. Tomo sus tarjetas didácticas de letras mayúsculas y minúsculas y las escondo en una habitación de la casa mientras Delilah se tapa los ojos. Luego, cuando encuentra cada una, me dice qué letra es, si es mayúscula o minúscula y, a veces, también agregamos el sonido de la letra para un desafío adicional.

Rompecabezas

Me encantan los rompecabezas. Recuerdo que mi abuelo siempre tenía un montón de rompecabezas que brillaban en la oscuridad y que me encantaba hacer con él. Es una de mis búsquedas del tesoro en tiendas de segunda mano para encontrar algunos de ellos de nuevo. Así que, tan pronto como Delilah tuvo la edad suficiente, comencé a presentarle sus propios rompecabezas, con la esperanza de que los disfrutara y quisiera hacerlos conmigo cuando fuera mayor. Afortunadamente, funcionó y ella también disfruta haciéndolos. Le encanta ayudarme cuando saco uno de mis rompecabezas más grandes para armarlo. Me ayuda a encontrar los bordes y a clasificar las otras piezas por color. Con algunos de ellos, incluso me ayuda a ver dónde van bastantes de las piezas. Cuando me ayuda a trabajar en un rompecabezas de 500 piezas, es una excelente manera de hacer que el tiempo pase volando en una tarde lluviosa y, al mismo tiempo, convertir en una tradición una actividad que podemos seguir haciendo juntos.

Juegos de Mesa

Otra actividad que me encantaba hacer cuando era niña era jugar a juegos de mesa. Me encantaba especialmente jugar a Clue y hacía que mi abuela jugara conmigo una y otra vez cuando iba de visita a su casa. Siempre me parecía especial cuando toda mi familia jugaba a un juego junta. Cuando me convertí en madre, supe que quería hacerlo en familia. Cuando Delilah tuvo la edad suficiente, empezamos con Serpientes y Escaleras y Candyland para introducirla a los juegos de mesa. Desde entonces, ha aprendido a jugar al tres en raya y a algunos juegos de cartas. Una vez que le coge el tranquillo a un juego, le gusta jugar cuando tenemos tiempo libre por las tardes. Uno de nuestros planes para los días lluviosos que se avecinan es empezar a enseñarle a jugar al Uno.