Categoría: Salud dental

¿Tu hijo se chupa el pulgar o los dedos? ¿Te preguntas durante cuánto tiempo puede seguir haciéndolo?

Los niños con necesidades especiales pueden ser especialmente sensibles a las luces brillantes, los ruidos fuertes y los olores desconocidos en el consultorio del dentista, lo que hace que las visitas al dentista y el cuidado diario de los dientes sean más difíciles para ellos. Para ayudar mejor a los padres y a los niños a recibir la atención necesaria con menos estrés, compartiré con ustedes algunas ideas sobre cómo manejar estos desafíos.

Los niños siempre me hacen sonreír, especialmente con algunas de las cosas que dicen. Cuando voy a las escuelas para hacer el programa de selladores, escucho todo tipo de cosas.

Las personas pueden tener caries y enfermedades de las encías mucho antes de experimentar dolor e incomodidad. Una vez que una persona siente dolor o su diente permanente (de adulto) se mueve, el proceso de la enfermedad es mucho más complicado de tratar.

Todos los días, mis pacientes me preguntan sobre la pasta de dientes y cuál deberían usar. Hay tantas opciones, que pueden resultar abrumadoras al mirar la gran cantidad de productos en los estantes de las tiendas.

Una vez que usted y su proveedor dental conozcan su riesgo de tener caries, podrán planificar la mejor manera de avanzar para ayudar a disminuir la posibilidad de que aparezcan más.

No es divertido estar enfermo y, cuando nos sentimos mal, probablemente lo último en lo que pensamos es en cuidar nuestros dientes y encías. Pero cuando estás enfermo, cuidar tu buena salud bucal es más importante de lo que piensas.

¿Tiene usted o su hijo miedo al dentista? A continuación se ofrecen algunos consejos que les ayudarán a sentirse menos asustados y más entusiasmados por ver al dentista.

Quizás te preguntes por qué oímos hablar de ellos mucho más que hace 20 años. Hoy en día se están realizando más investigaciones sobre los vínculos orales y sus posibles efectos sobre la salud.

Hace más de 30 años, cuando me convertí en mamá por primera vez, nadie miraba la boca de mi bebé y no tenía idea de que mi hija tenía ataduras orales. Solo más recientemente, me di cuenta de que tiene lazos orales que pueden haber afectado algunos de los problemas con los que ha lidiado a lo largo de los años.